constancia
no eres la corriente
que deshace mis recodos,
no eres la palabra
que me calla y me sujeta,
no eres la noche
que se resbala y se desviste,
no eres el mar
que remoja mis mañanas,
no eres la claridad
que se desprende de mi calma,
no eres la cordillera
que amanece en mis entrañas.
no eres la fuerza
ni eres la rabia,
no eres la mano
ni mis más limpias alas.
no eres la señal
ni el viento que cambia,
no eres el calor
que me despide del alba…
pero eres mi tarde encontrada,
el hombro
en que despierto mi frente,
la voz
que escucha mis andanzas,
la sed
de la que bebo mi constancia;
porque eres casi todo,
y ante todo,
eres constancia.
cali, noviembre de 1983