

vibraciones
vibraciones en el rojo
que comparto contigo,
del primer rojo infrarrojo
al último que se precipita,
ahondando los tonos
para deformar las sombras
y saber que con el rojo soy yo
y con el rojo eres tú,
como si compartiéramos en instantes
una misma longitud de onda,
de receptor-emisor en sintonía,
de rojos que se mezclan
para predecirse tan cerca.
mas hoy te levantas en el verde
y yo me despierto en aguamarina,
allí donde los peces serpentean
y las algas espiralean…
tú insistes en el verde,
el de la lluvia
y los helechos mojados,
yo repito el aguamarina
que comienza a volverse distancia,
porque de pronto en la almohada
dos colores tropiezan.
pero me gusta tu verde verde
en el cafecito de la mañana,
así te acompañe con mi té
que es más aguamarina,
así pongamos nuestras leches a calentar
en la misma olla juntas
y guardemos los tonos
entre la miel y el pan.
sinembargo tú y yo sabemos
que en fondo hay tantos colores
y no puedo quedarme en el aguamarina
cuando fuera de mí
el día se pone a producir
y disuelve mi tonalidad
mayúscula
matinal.
y explota el amarillo,
ese solitario, sin predestellos,
sin inframarillos ni ultranaranjas,
talvez el más claro
que pueda yo producir
en esos momentos tan solares
y mira qué estúpido
el buscar encontrarse,
cuando sé que andas en el rojo
y no hay naranja que nos convenza.
pero yo me salvo, tranquila,
y no me enredo
y busco de nuevo
mis vibraciones en mi amarillo,
para que subsistan
mientras existan
y se vuelvan calor
talvez mano amiga,
en el caso de que otro amarillo
ande varado en la frecuencia,
porque un amarillo vibra
y dos amarillos irradian.
vibraciones en mi amarillo
que espero compartir contigo…
bruselas, noviembre de 1981