tu risa
anoche,
sentado al borde de la cama,
entre el apagar la luz
y fijar el reloj
en la mañana,
recordé tu risa…
y una carcajada tuya
se introdujo como un relámpago,
abriendo de par en par mi ventana.
el cuarto se transformó de inmediato;
los libros se salieron de los estantes
a reírse contigo,
el escritorio
se deformó de la risa
y los cajones vaciaron mis papeles
en risotadas incontenibles,
las fotos abandonaron los álbumes,
mis peces saltaron del agua,
mi guitarra abandonada
fue soltando acordes, arpegios
y notas varias
y mi cama se fue llenando
de lápices, borradores
y páginas de alegría,
de camisas, zapatos
y mis pantuflas amarillas:
las sábanas se retorcieron
bailando al compás de las risas,
mientras mi tímida almohada
los miraba a todos
sorprendida.
era una selva
de imágenes hilarantes,
un carnaval de la felicidad,
un carrusel de juegos y música,
donde sólo se entendía
tu nombre y las risas,
aplausos y abrazos,
la rumba de la alegría.
era una danza loca
de mágica realidad,
era mi mundo caminando de cabeza,
era mi vida echada a perder,
hasta que un vecino furioso
golpeó a gritos su techo
y mi suelo,
mencinando la hora
y llamando al silencio,
mencionando la noche
y exigiendo respeto.
tu risa huyó asustada
por la entreabierta ventana,
mientras todos desaparecíamos
bajo las cobijas y la almohada
y entre un creciente murmullo
de susurrante complicidad,
alguien grito:
dónde está la luz,
dondé está la risa,
y un ejército de lunáticos
partió a toda prisa,
por entre calles, plazas y avenidas,
por mares, valles y colinas,
seguro que en tus labios húmedos
tiene ella su guarida,
comprendiendo por fin,
que en tus ojos náuticos,
está el origen de mi vida.
cali, junio de 1985
quand l’oiseau arrive
s’il arrive
observer le plus profond silence
attendre que l’oiseau entre dans la cage
et quand il est entré
fermer doucement la porte avec le pinceau
puis
effacer un à un tous les barreaux
en ayant soin de ne toucher aucune des plumes de l’oiseau…
poème de jacques prévert