santuario
tengo un sitio
entre el universo y mis manos,
entre mis ojos cerrados
y mi alma clara,
entre música de vida
y mi corazón latiendo,
tengo un sitio
que fluye sin prisa
entre mis dedos.
lo construí sin dificultad,
como toman forma las gotas de lluvia
sobre un árbol frondoso,
como toman forma las sombras
cuando se acuestan sobre mi ventana,
como toma forma mi mano
al pasar despacio sobre tu espalda.
le puse una puerta de madera
y un techo de paja,
un piso de arcilla roja
y un comedor de roble,
paredes blancas de día y de cal,
ventanas abiertas al viento
que viene y se va.
adentro fuí abriendo cada cuarto
con el empuje tierno de una voz pausada,
en uno puse una bola de cristal
para observar mis pasos en el mundo,
en el siguiente un armario
de prendas y virtudes,
una camisa para la serenidad,
otra para la valentía,
una para la verdad,
otra para enfrentar las mentiras.
en el último cuarto
colgué una hamaca,
tiré cojines al suelo
y una gran ventana
me regaló un paisaje azul,
un campo verde, una quebrada,
preparó el aire para tu entrada,
preparó mis manos
para sentir las tuyas cuando llegaras.
tengo un sitio
entre el universo y mis ojos cerrados,
llevo en mi alma
mi casa,
mi escondite,
mi santuario,
mi altar de paz y de alegría
tengo un sitio que me fluye sin prisa,
como una estela de música
que va dejando mi vida.
cali, febrero de 1990