que se quiebre la puerta
se me mezcla la vida
como un río revuelto,
se me enredan las esperanzas
y me da por buscar la solución externa
que llegue a mi playa lúgubre
y me traiga esa paz que necesito,
un descanso para estos días grises
que no alcanzo a identificar,
ni a decifrar.
estoy con el dolor bajo
del abdomen cerrado,
me duelen los músculos
de soportar las esperas
que se me han ido juntando,
que se han ido dilatando
con el pasar ocre del tiempo.
quiero que cese
la lluvia que circunda mi casa,
quiero que se acabe
el calor que me da este techo,
quiero que se quiebre la puerta
para salir caminando
a encontrar la claridad del día
y una luz naciente,
nueva y limpia.
cómo buscar que en el mundo
algo se agriete
y me ponga ante un precipicio
que no pueda yo engañar
y mis tardes se vean forzadas
a ceder ante las circunstancias
y tenga que optar por mi libertad
como única salida y camino.
cómo buscar que en el mundo
algo se agriete,
pues no encuentro las fuerzas
para iniciar el cambio,
para comenzar la lenta marcha,
para dar el golpe violento
y decir no más.
cali, marzo de 1982