
tianwen o las preguntas celestiales
Preguntas Celestiales es el segundo episodio del podcast La Poesía en la Vida Diaria donde, mirando el universo y sus estrellas, recordamos un poema chino antiguo, con el cual bautizaron un satélite enviado a Marte.
Todos los soñadores – y toda la humanidad en algún momento en la vida, mira hacia el cielo en una noche estrellada y pensamos en ese vasto universo donde astros, soles, planetas, constelaciones y galaxias se despliegan ante nuestros ojos y nos hacen reflexionar. Ya no son las mismas reflexiones de los antiguos, nuestros predecesores que buscaban respuestas a su realidad terrenal e imaginaban dioses y leyendas.
Los más inspirados fueron contando historias, los chamanes usando historias para sanar o acercarse a lo desconocido, los poderosos usando las historias para perpetrarse y gobernar.
Nuestras reflexiones ahora parten de los conocimientos que ya tenemos del universo. Que la tierra es redoda, que giramos alrededor de un solo que nos mantiene vivos y una atmosfera que nos protege, que tenemos otros hermanos solares girando alrededor de esta fuente de energía y que como nuestro sistema solar hay miles y miles en este vasto universo, que se expande hacia lo desconocido.
Es posible que mientras existamos como humanos seguiremos haciéndonos preguntas, desde el astrólogo más experimentado, el astronauta que salió de la atmosfera y ha visto el cosmos, hasta el niño que sale con su padre a ver estrellas fugaces y pide un deseo, o la niña que mira al cielo y se santigua. Ya sea el cielo real, el vasto universo o el cielo metafórico donde buscamos sentir el Dios que nos da sosiego, levantamos nuestros ojos y reflexionamos. O simplemente suspiramos.
En una noche estrellada normalmente saco mi móvil, abro mi aplicación “planets” y levantándolo hacia el cielo busco encontrar los astros celestiales, casi siempre en el mismo orden, empezando por los planetas hermanos, Venus, Marte, Júpiter, Saturno. Luego busco a Orión, tal vez porque fue la primera constelación que mi madre me enseñó a reconocer. La Osa Mayor, la cola del escorpión y depende dónde esté en la tierra puede aparecer la cruz del sur en el horizonte.
Mi madre recordaba cómo una noche en Guatemala, su padre la despertó una noche para que viera el Cometa Haley brillar en una noche oscura de Mazatenango. Sin embargo, cuando volvió a pasar en 1986 entendí que no fue el Cometa Haley que ella vio pues había pasado 76 años antes, en 1910, y ella aún no había nacido, ni llegado a Guatemala. Tratando de encontrar una respuesta, me puse a estudiar los cometas y descubrí que muy seguramente el cometa al cual mi madre se refería fue el Cometa llamado “Bright Southern Comet” de 1947, aunque no sé si se alcanzó a ver por encima del Ecuador.
Y en realidad no importa cuál fue. En las noches, cuando no saco mi móvil y dejo que mi corazón me lleve a ese mundo donde mi imaginación y mi mente se encuentran y me siento pequeño al lado de mi madre mostrándome las estrellas y constelaciones y recordando al abuelo Willy con ella, franceses perdidos en las estribaciones de un volcán en Guatemala, mirando el cielo.
¿Recuerdas tu quién te mostró el cielo por primera vez? ¿Alguien te enseñó las constelaciones y te puso a soñar?
Mi padre en cambio miraba al cielo y soñaba con exploraciones espaciales, leyendo las últimas noticias del Sputnik y la NASA, me informaba sobre la carrera espacial, los satélites, los desafíos, la tecnología. Era ingeniero en resumidas cuentas y seguía de cerca el mundo desde las páginas de la revista Times, que su padre Elciario traía a Cali, Colombia y vendía en la esquina del Gato Negro.
Bajo la noche estrellada regresan a mi estos versos del poema del mi libro “de puerta en puerta” titulado “lluvia de estrellas” que fuera realizado en video por mi compañera de tantos años, la fotógrafa Cuca Pacheco en su serie “tríptico”. Fue escrito en 1986, cuando pasó el planeta Hailey por última vez y no le vi. ¿Será que lo sentí?
talvez estoy alucinando
o en la noche estoy perdido,
camino es la oscuridad total,
no dejo huellas,
divago en un paisaje sin sentido.
…
una lluvia de estrellas
cae de pronto del cielo,
tu piel se me desvela,
irrumpe,
mil constelaciones
se asoman a tu cuerpo
y una nebulosa de planetas rojos
rueda por tu cuello,
llevando mis manos tibias
sobre tu pecho desierto
como una galaxia deshabitada
esperando un beso.
una cascada de estrellas fugaces
golpea el silencio,
resbalo atemorizado
sobre tus labios entreabiertos,
pero me rescatan tus ojos tiernos
titilando en el firmamento
y a tus brazos de tiempo,
desnudo,
yo regreso.
en el universo amanece
y en tus brazos
me duermo.
Anoche mirando el cielo, Marte, nuestro planeta rojo, brillaba y pensé en el satélite Tianwen chino que va en camino a encontrarle. Tianwen-1 fue lanzado al espacio el 23 de Julio de 2020 para llegar a Marte en febrero de 2021. Lleva un orbitador para ser puesto en una órbita alrededor del planeta y la otra sección del satélite Tianwen-1 descendería en la superficie de Marte el 23 de abril de 2021 en Utopia Planitia, una planicie localizada en el hemisferio norte del planeta. Allí desplegará un robot motorizado que recorrerá la superficie analizando arena, rocas, buscando respuestas.
Mi atracción por Tianwen-1 se profundizó al descubrir que todo el programa de exploración interplanetaria chino ha sido bautizado en honor a “Tianwen” un poema chino muy antiguo. Tianwen se traduce como “Preguntas Celestiales” o “Preguntas Al Cielo”. Poesía, universo, exploración, me ha llevado a buscar la historia de este poema y compartir lo que he logrado descubrir.
Cuenta la leyenda que este poema, que en realidad es una serie de preguntas en verso, es atribuido al poeta y político chino Qu Yuan (c. 340-278 ac). Según la historia Qu Yuan lo escribió después de ver varias escenas representadas en los murales de un templo ancestral donde se había escondido y exilado, que representaban antepasados y dioses. Luego de una larga meditación y como respuesta, y en desafío a estas escenas, escribió sus Preguntas Celestiales, sobre estas mismas paredes. Es un poema filosófico muy profundo y de difícil lectura comentan los eruditos chinos y no he encontrado traducción al español y sólo partes breves en inglés. Las Preguntas Celestiales contienen 172 o 186 preguntas dirigidas a Tian, o Cielo, con 373 frases y 1560 palabras en su formato básico. Las preguntas parten del origen del universo: ¿De dónde vino el mundo antes de que tomara forma? ¿Cuándo comenzaron los tiempos antiguos? ¿Quién y cómo se hizo? ¿Cómo llegar a la raíz? ¿Por qué el día es brillante y la noche es oscura? Si el Yin y el Yang participan en el universo, ¿cómo evolucionan?
Los primeros ocho versos en la traducción hecha en 1986 al inglés por Stephen Field, profesor del Mary and Williams College en Virginia dicen:
In the beginning of old, | En el comienzo de la antigüedad |
All yet is formless, no up or down, | Todo estaba aún sin forma, ni arriba ni abajo, |
Dark and light are a blur, | La oscuridad y la luz son un borrón |
The image is only a whir. | La imagen es solo un zumbido. |
Bright gets brighter, dark gets darker, | El brillo se vuelve más brillante, la oscuridad se vuelve más oscura |
The yin mingles with the yan, | El yin se mezcla con el yan |
Then was the pattern manifold. | Luego los patrones se desplegaron, |
What an achievement that was! | ¡Qué gran logro fue ese! |
Es un poema donde cada estrofa tiene 8 versos, cada verso tiene 8 caracteres chinos, y está escrito en chino antiguo. De allí que las traducciones sean muy criticadas por unos y por otros. Y del inglés al español, traducción que he realizado yo, hay otro paso más. No conozco una traducción completa al español. Lo cierto es que muchos de los conceptos del poema aparecen en textos menos antiguos, vedas de la India y la Biblia, en el Génesis. Ya sea porque el hombre llegó a conclusiones similares en muchos lugares del mundo o porque los poetas orales, filósofos trashumantes, llevaron narraciones de boca en boca, por miles de años, a través de inmensas geografías.
En la traducción Stephen Field divide el poema en tres: 1) El universo 2) La tierra 3) El hombre. Su libro “Tian Wen – A Chinese Book of Origins” (Tian Wen – El libro chino de los orígenes) es un trabajo reconocido por su especial meticulosidad. Las preguntas no sólo involucran la formación de cuerpos celestes, el movimiento del sol, la luna y las estrellas, nuestro planeta, los mitos y leyendas históricas, nuestros primeros ancestros humanos, sino también sobre la justicia social, el bien y el mal, el éxito y el fracaso, el gobernar y aprender de la historia.
Para terminar, si en tu horizonte en los próximos meses aparece una noche estrellada y reconoces a Marte, rojo y presente, lanza al universo alguna pregunta personal aunque sepas que de pronto no tendrá respuesta, pero con la seguridad que Tianwen la llevará a la superficie del planeta. Un pequeño satélite llevando desde la tierra, constelaciones de preguntas celestiales…