no te quiero sujetar
no te quiero sujetar,
hilos salen de mí
y te buscan agarrar,
dame una mano limpia,
unos ojos amplios,
una sonrisa predispuesta
que el tiempo nos quiere cambiar,
dame una mano franca
que no te quiero sujetar.
olvida los hilos
de los días sucesivos,
no le hagas caso a las mañanas
no terminarán de pasar,
mi cama,
tu cama,
es una cama ya,
tu sábana es mi sábana
y el frío nos busca doblegar,
no tengas miedo,
afina el oído,
que no te quiero sujetar.
el día se despliega
y se burla de los sueños,
hilos invisibles
regresan insomnes
de repetidas jornadas,
de sueldos constantes,
de la calle, de la vida,
de esta realidad,
los hilos nos siguen a la cocina,
en el comedor deberían esperar,
mi comida,
tu comida,
es una comida ya,
mirémonos de frente
los hilos se intimidarán,
no nos perdamos de vista,
no repitas el mismo gesto,
no repetiré la misma línea,
disimula, cambia de silla,
levántate
corre
huye
cierra la puerta,
espérame en la esquina…
los hilos se confundirán.
la calle está sola,
caminemos despacio,
entre las sombras
los hilos encontrarán nuestros pasos,
husmearán nuestra inconformidad;
dame una mano inquebrantable
que no te quiero sujetar.
cali, septiembre de 1984