Los Gamboa del Mameyal
En el siglo XIX hace su aparición otro Gamboa. Esta vez se trata de Andrés Gamboa, quien en el año de 1832, en las cercanías de Cali, adquiere unos terrenos conocidos con el nombre original de Cerro de Los Cristales. Como don Andrés era un “arriero” 1 necesitaba estos terrenos para tener allí un sitio de descanso para sus bestias de carga, que venían de hacer el trayecto del puerto de Buenaventura a Cali. Los arrieros de la época, como don Andrés, necesitaban lugares en el camino entre el puerto en el Pacífico y la ciudad de Cali donde cambiar las mulas –o darles descanso– para luego continuar el viaje.
Es importante investigar la relación familiar de don Andrés con otras ramas de la familia Gamboa venidos del departamento de Cauca, posiblemente de La Sierra y lugares vecinos. José Miguel Gamboa López, Doctor en Ciencias Políticas y Profesor de la Universidad de Graz, Austria, tuvo conocimiento en su historia familiar de que su bisabuelo Felipe Gamboa, hijo de Tomás Gamboa Sarria de La Sierra, Cauca, recibió tierras en el kilómetro 28 de la carretera que de Cali conduce al puerto de Buenaventura. Esas tierras, según contaron los viejos, fueron producto de la colaboración de Felipe Gamboa en las guerras entre conservadores y liberales de mediados del siglo XIX y entregadas por un General. Este hecho lo relata Isaías Gamboa en su novela Tierra Nativa en el capítulo XI:
Un general de otro tiempo, un general de veras, se vio un día triunfador en todas partes y no sabía qué hacer con sus soldados. Entonces les mostró aquellas montañas hostiles al progreso, hostiles también ellas como los enemigos a quienes acababan de derrotar, y dio la orden del acontecimiento y del triunfo. Los vencedores en los combates dejaron los fusiles, tomaron los picos, vaciaron la pólvora de los cartuchos en los agujeros que horadaba el taladro y llevaron a cabo la más grande hazaña, dejando eternas enseñanzas en esas páginas de piedra.
Fueron los héroes del trabajo, capitaneados por un general cuyo molde no existe ya en Colombia.
El padre de Andrés contaba a sus hijos esa proeza sobrehumana, y se enorgullecía de haber sido uno de los titanes.
Andrés en Tierra Nativa es Isaías, y el padre de Andrés, llamado en esta obra don Manuel del Campo, es Mateo Gamboa Llanos. Es todavía más interesante comprobar que los Gamboa “de La Sierra”, familiares de José Miguel Gamboa, todavía se encuentran localizados en esta área –aunque muchos se han ido a vivir a las ciudades vecinas– y entre los mayores todavía se recuerda la gran “finca de los Gamboa”, de donde se surtían de agua todas las fincas de la zona.
En la historia familiar de don Andrés se sabía que él tenía familiares en el “kilómetro 30”, donde paraba a descansar y cambiaba las bestias. También contaban los mayores que de esos parajes bajaban ganado al Mameyal para poder venderlo en Cali. Todo esto nos llega a concluir que existe claramente una relación familiar entre estas dos ramas.
Dos puntos importantes de anotar. Mateo Gamboa Llanos, nieto de don Andrés, muere de 63 años, en el campo, donde tenía unos cultivos, y en su partida de defunción consta que es “vecino de El Carmen” (muy cerca del Km. 30) y que no se le dieron los santos sacramentos por haber muerto lejos de la ciudad. En el juicio de sucesión de don Mateo consta lo siguiente:
BIENES HERENCIALES
El gestor del juicio, doctor Joaquín A. Collazos, presentó el siguiente
INVENTARIO DE BIENES:
-Una posesión de un terreno baldío radicado en ABICHINTE,
región en corregimiento de El Carmen, Municipio de Dagua,
con “siembras de pasto”. Avalúo en 545.00
-Dos fondos de cobre 20.00
-Un hornillo 5.00
-Una mesa 2.00
-Tres canoas de palo y una batea 1.50
Sub Total
-Fundo en terreno baldío
de EL MAMEYAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,000.00
– Casa de teja en Cali. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,200.00
“Total masa de bienes relictos” . . . . . . . . . . . . . . $2,773,50Juicio sucesión de MATEO GAMBOA LLANOS, protocolizado con escritura # 279 Notaría 2a, año 1905
Este “Fundo en terreno baldío de EL MAMEYAL” en el Cerro de los Cristales llevaba este nombre por la gran cantidad de árboles de mamey2 allí existentes. Además de la identificación de los respectivos linderos, se sabe que, don Andrés Gamboa, al momento de protocolizar la escritura de compraventa de esta propiedad, manifestó “no saber firmar”, razón por la cual lo hizo “a ruego un señor de apellido Umaña”. Esta escritura se encontraba entre los documentos del poeta Octavio Gamboa y esperamos que reaparezca como documento histórico de singular importancia.
Es muy posible que el escritor y poeta Isaías Gamboa haya nombrado al personaje principal de su novela autobiográfica Tierra Nativa, Andrés del Campo, en recuerdo de este “primer” Gamboa, y el apellido del Campo, como alusión al posible origen del apellido Gamboa, que como vimos anteriormente parece venir del latín campus, “campo”.
En el Cerro de Los Cristales –llamado así por los cuarzos que allí se encontraban a flor de tierra– se libró el 11 de abril de 1862 una batalla entre los generales Julio Arboleda y Eliseo Payán, la cual dejó muchos muertos. Cuenta la historia que María Antonia Córdoba, abuela materna de Isaías Gamboa, una dama de gran caridad y solidaridad humana, organizó una movilización ciudadana para recoger los restos insepultos de los soldados. En una fosa común al lado de la Iglesia de Santa Rosa, en el centro de la ciudad de Cali, se les dio cristiana sepultura.
Corriendo el tiempo, en este lugar el matrimonio conformado por un nieto de don Andrés, Mateo Gamboa Llanos,3 y una hija de doña María Antonia, María Teresa Herrera, construyó la primera casa de El Mameyal, hecha de bahareque y techo de paja, en la margen izquierda de una quebrada; esta casa fue consumida por un incendio en el año de 1910. En el mismo sitio un hijo de este matrimonio, Mateo Gamboa Herrera, levantó una casa con techo de zinc y amplios corredores. Posteriormente, hacia 1920, se construyó una nueva casa, un poco más arriba de la primera. En El Mameyal, nombre que aún perdura, nacieron y crecieron los hermanos Francisco Antonio, Isaías, Mateo, Ezequiel y Paulino Gamboa Herrera, al igual que su hermana María Antonia. Otro hijo, Federico, salió muy joven del hogar paterno por ser la “oveja negra” de la familia y se trasladó al Cauca, casó con Dolores Chacón y tuvo 17 hijos, que conforman la frondosa rama de los Gamboa Chacón.
“Casa y cuna de la poesía” llama Octavio Gamboa, el inefable cantor del misterio y las estrellas, al Mameyal de sus afectos. Una casa hecha “de sombra, de viento y madera… una casa rodeada de soledad…”. Ninguna expresión más bella ni apropiada para nombrar la vieja casona que arrulló a los predestinados del canto: cuna de la poesía.
Isaías Gamboa, que amó entrañablemente la placidez de su comarca y la luz de su cielo, por dondequiera que encaminó sus pasos, añora la casa nativa con esta sentida estrofa:
¡Oh, Mameyal inolvidable,
sitio de paz y de quietud!
Dulce retiro con que sueña
mi atormentada juventud.
Hay dos ramas de la familia Gamboa que no hemos logrado conectar al árbol familiar. El primero es Ricardo Gamboa, quien muy joven parte al Ecuador, se casa con la poeta ecuatoriana Mercedes Amelia Guerrero Vásquez y muere en Lima, Perú, alrededor de 1928. Fernando Patricio Gamboa Bastidas recuerda cómo su padre les contó que su abuelo Ricardo hablaba siempre de Cali, de Isaías Gamboa y de sus familiares poetas, pero nunca la vida le dio la oportunidad de regresar del Sur a visitarlos.
El segundo es Isaías Gamboa Martínez, hijo de Ernestina Martínez Penagos, ya fallecida. Ha sido imposible saber a ciencia cierta cuál Gamboa fue padre de Isaías. Ernestina se llevó el secreto del Gamboa que el amor le trajo a su lecho. Coincidencias y anécdotas familiares nos llevarían a pensar que fue Ezequiel Gamboa Herrera, el poeta, escritor y notario, hermano de Isaías Gamboa Herrera. Isaías Gamboa Martínez se casó con Elvia Holguín, y son los padres del poeta Isaías Gamboa Holguín, autor del himno a Candelaria (Valle del Cauca) y de un libro de poesía que referenciamos en la penúltima sección de esta obra.
Nelson Rodríguez Cerón, de la rama de los Gamboa Ayala, quien vive en Nueva York y ya se acerca a sus ochenta años, escribe desde su soledad y nostalgia:
Comprendo que ya estoy viejo…
mi tiempo se va acabar,
mas tengo clara la mente
y al mundo podré gritar.
Que somos una familia
con lazos de no olvidar,
pues siempre nos enseñaron
amores limpios brindar.
RODRÍGUEZ GAMBOA mi viejo,
Cerón… que fue mi mamá,
recuerdo que son historia
con aires de Mameyal.
Mi Cali… mi Cali hermoso!
mi tierra de no olvidar,
la tierra que yo de hinojos,
le entrego mi recordar.
De la cuarta generación de Gamboas, Hugo Cuevas-Mohr, quien vivió por muchos años en El Mameyal antes de emigrar al Norte como tantos compatriotas, recoge en el poema El Mameyal en el corazón estos versos, llenos de nostalgia:
…mis versos son de todos
los que han sentido esta tierra entre los dedos,
y han bebido el agua del manantial
que brota de lo más profundo del cerro,
del centro mismo de mi universo.
Les quedan a los habitantes actuales de El Mameyal, muchos de ellos descendientes de los Gamboa y otros tantos que llegaron a ese rincón privilegiado por familiaridad, afinidad o amistad, la labor de cuidar con esmero esa cuna de la belleza y la poesía.
1Un arriero es la persona que transporta mercancías – y pasajeros– con bestias de carga, sobre todo mulas, burros y en algunos casos caballos y bueyes. A pesar de las carreteras, todavía se ven arrieros en las zonas cafeteras de Colombia; el símbolo de la Federación de Cafeteros de Colombia, Juan Valdés, es sin duda el arriero más famoso en el mundo.
2Este mamey, o mamey macho, no es el mamey que produce la fruta tan popular en las costas del Mar Caribe.
3No se conoce el nombre de la esposa de don Andrés Gamboa. Un hijo suyo, José Antonio Gamboa, casado con María Joaquina Llanos, tuvo tres hijos conocidos: Miguel Gerónimo, Mateo y Juan Antonio Gamboa Llanos. Es posible que tuvieran hijas que perdieron el apellido Gamboa y por lo tanto hemos perdido su rastro. Mateo Gamboa Llanos se casó con Teresa Herrera Córdoba, padres del poeta Isaías Gamboa. Cuentan las historias que el “don de la poesía” fue heredado de Doña Teresa, familiar del General y Político Benjamín Herrera. (ver reseña al final de la obra).
Puede seguir con el tercer aparte de este capítulo: Los Gamboa: educadores