las pequeñas fisuras de mi periferia
nunca me alejo de ti
aunque mi silencio nocturno me lleve a lugares remotos,
mares distantes y ensenadas escondidas entre la niebla.
nunca me alejo de ti
aunque mi barbilla fundida al pecho
delate el peso taciturno que llevo sobre mi cabeza
y mis ojos se claven sobre la arena desnuda.
aunque la curvatura exterior de mis vértebras cervicales
comprima mis pulmones y me doblegue a veces el destino.
nunca me alejo de ti
aunque en la oscuridad de la noche no salga la luna a iluminar nuestras manos
y las estrellas no logren que mi sextante encuentre tus diminutas coordenadas
nunca me alejo de ti
aquí adentro,
en esta gruta que ha tallado el mar,
bajo las rocas que dominan mi costa abrupta y escabrosa,
hay una hombre que aguarda tu llegada.
aquí dentro,
mirando al mundo a través de las pequeñas fisuras
que tiene mi demacrada periferia,
está un corazón recluido que siempre te espera.