la palabra
traigo ante ustedes
la palabra hoy,
la he ido juntando
por las calles
y las aceras,
la he ido liberando
de las puertas cerradas
de las miradas temerosas,
del miedo duro y reseco
con que tenemos amarrado
el corazón al pecho.
llevo la palabra
como un mágico estandarte
como una luz, una guía,
como una lluvia matinal
que despierta el día,
como una raíz libertaria
que busca la humedad de la vida.
esgrimo la palabra
que debe ser pronunciada,
el cuerpo que debe decir: yo siento,
la mano que dice: esta opinión es mía,
los pasos con que limpio el horizonte,
la piel que va recogiendo el tiempo,
amaneceres y contravías.
ofrezco una palabra de amor
una de lucha,
una palabra de rabia
otra de tristeza
una de lamento,
ofrezco palabras de aliento,
ofrezco también,
uno a uno,
todos mis silencios.
cali, diciembre de 1986