hay amores con olor a ti
hay amores con olor a flores,
con aroma de pétalos nocturnos,
incienso,
hojas secas,
amores que todo lo impregnan,
todo lo envuelven,
que invaden todas las grietas,
te encarcelan, te liberan,
que se funden con el atardecer,
hasta que no queda nada intacto
que pueda seguir su transcurso
discreto por la vida.
hay amores con olor a loción,
perfumes nuevos frente al espejo,
amores que unieron las manos en un teatro a escondidas,
besos profundos, eternos,
besos que nos persiguen
cada vez que volteamos una página
y al cerrar los ojos regresan sigilosamente,
humectando nuestros labios entreabiertos.
hay amores con olor a fruta fresca,
penetrantes furtivos,
una estrella fugaz en una noche oscura,
un centelleo de dos impulsos
dos cuerpos,
dos alientos,
arrastrados por el azar que les cedió una mirada,
amores que a la razón traicionan,
amores que se lleva sin piedad la madrugada.
hay amores con olor a recuerdos,
fugas,
deserciones,
amores con olor a soledades,
nostalgias, despedidas,
amores que te abandonaron
en el muelle de un puerto gris,
donde esperaste la llegada del sol
mientras la noche oscura ocultaba
el paso triste de una lágrima escondida.
hay amores con olor a piel,
sudor,
con olor a manos temblorosas que fingen y disimulan,
amores que se persiguen y en silencio se citan,
amores que tiritan bajo la ropa ajada,
que sólo existen entre las sábanas,
que se arrancan la vida entre mordiscos,
que desaparecen cuando la ciudad llama
y la vida discurre como si nada.
hay amores con olor a bruma,
opacos, discretos,
amores que se quedaron en un cruce del camino,
amores que se mudan con nosotros de casa en casa,
y en el desván aguardan algún desvelo,
una noche nostálgica junto a una ventana,
una margarita deshojada que tirita
y una medallita que llevamos al corazón prendida.
hay amores con olor a ti,
olor a tus besos y a tus caricias,
tu cabello libre sobre mi almohada,
tus lágrimas sobre las sábanas,
tu amor con olor a puertos, flores, frutas frescas,
tu amor con olor a esencias, bruma, hojas secas,
pétalos de rosas amarillas,
tu amor con olor a café,
pan caliente en esta mañana fría,
un desayuno a dos,
la vida que entra y nos llama
y esta cotidianidad que rompes con tu risa,
con un beso distraído que me asalta cuando me dispongo a enfrentar el día.