el espacio sin fin
le pido al desvelo
una tregua,
pido calma, sosiego,
un soplo de paz
y un horizonte sereno,
necesito que las mañanas sean mías,
poseer el silencio y la madrugada,
encontrar la serenidad de la tarde
y la profundidad de la noche.
¿es paz soledad?
necesito que mi ánimo
solo dependa de mí,
que el universo esté cerca
de mi mano,
de mis ojos,
y me abrigue el espacio sin fin,
y los senderos se abran a mis pasos
cuando las puertas me aferren.
me he ido quitando dolencias
con cada uno de mis pasos,
como una tarea diaria
voy dejando los lastres
que he venido cargando.
nunca he sido bueno para remediar angustias
y las he querido dejar,
allá,
a lo lejos,
al borde del camino.
mi independencia me da libertad,
y la libertad y la paz se van tejiendo,
dos agujas que van entrelazando los días
y va apareciendo una colcha trenzada
que me envuelve y me abraza.
hay días
en que a veces
ninguna inquietud me trastorna,
no hay ansiedades ni zozobras
cuando el sol aparece entre las cortinas,
y así, simplemente,
voy encontrando una callada felicidad,
pasando como una suave brisa
cuando abro la ventana.