abraza la niebla

abraza la niebla he abrazado la niebla, he logrado caminar en la penumbra, sostenerme del aire que respiro y caminar con la mirada fija en los pasos que uno a uno me adelantan hacia un horizonte que no percibo. he abrazado la niebla para que la incertidumbre no me amedrente, no me destruya la fuerza…

es posible el mar

es posible el mar mi barca flota insegura hacia un horizonte turbio costas perdidas entre la neblina me llenan de dudas, siento que me alejo del sol que pretende iluminar mis días, y me distancio del puerto que busca devolverme hacia el pasado. el mar abierto, el rompiente se perfila, ahora todo es posible, es…

con el viento sobre el mar

con el viento sobre el mar todavía vuelas con el viento, sobre el mar que siempre te acogió. todavía las olas te llevan y te traen a nuestras costas dispersas. todavía nutres la arena suave que sostiene las oscilantes palmeras todavía avivas el fuego de nuestros más simples sueños. y brillas en alguna dimensión cercana…

a la vera del camino

a la vera del camino a la vera del camino solo veo tus huellas distantes en la lejanía, no sé si tu andar cruzará este sendero por donde hoy avanzo, o compartamos alguna vereda, un descanso, un recodo, una pausa en nuestros caminos. si el universo lo dispone, te diré, bajo la sombra de ese…

a veces eres tú

a veces eeres tú a veces eres tú, a veces es el horizonte, tu risa libre cuando tu corazón está en calma, el atardecer que te ha ido llenando el alma de sombras, la lentitud de nuestra casa, la falta de sentido que tienen las madrugadas, los truenos que acercan las infalibles nubes grises, las…

como la marea

como la marea voy y vengo como la marea frente a una costa que la espera hoy tus ojos tienen un fino olor a esperanza la luz es clara y el amanecer muy próximo el amor es fácil y la noche tranquila hoy tus labios se llenan de silencios tensos el dolor aparece la angustia…

la fina cobertura

la fina cobertura en la ambigüedad que me lleva a diario a mirarme en el espejo para reconocer el cuerpo en que habito, a observar mis manos magulladas y no saber dónde termina mi piel y comienza el infinito, en la dicotomía de este ser transitorio con que cohabitas, permaneces en el centro dócil de…