recitado

no eres la corriente que deshace mis recodos
no eres la palabra que me calla y me sujeta
no eres la noche que se rebela y se desviste
no eres el mar que remoja mis mañanas

cantado

no soy el mar azul que remoja tus mañanas
no soy la claridad que se desprende de la calma
no soy la cordillera que amanece en tus entrañas
no soy la señal, ni el viento que cambia

recitado

no eres la cordillera que amanece en mis entrañas
no eres el sol que me despierta y me acompaña
no eres el calor que me despide del alba
no eres la señal ni el viento que cambia
no eres la corriente que deshace mis recodos
no eres la noche que se rebela y se desviste
no eres la luna que ilumina mis páginas blancas

cantado

no soy el mar azul que remoja tus mañanas
no soy la claridad que se desprende de la calma
no soy la cordillera que amanece en tus entrañas
no soy la señal ni el viento que cambia

recitado

no eres el mar azul que remoja mis mañanas
no eres la claridad que se desprende de la calma
no eres la cordillera que amanece en mis entrañas
no eres la fuerza, ni eres la rabia
no eres la mano, ni mis más limpias alas
no eres la señal, ni el viento que cambia

cantado

no soy el mar azul que remoja tus mañanas
no soy la claridad que se desprende de la calma
no soy la cordillera que amanece en tus entrañas
no soy la señal ni el viento que cambia

recitado

pero eres mi tarde encontrada
el hombro en que despierto mi frente
la voz que escucha mis andanzas
la sed de la que bebo mi constancia
porque eres casi todo
y ante todo
eres constancia