acepto
acepto que mi vida
se ha llenado de calles pavimentadas,
que la lluvia sólo la escucho
cuando cae sobre el techo de mi casa,
que el sudor sólo me moja la espalda
cuando un escritorio me amarra,
acepto que tengo la mirada más dura,
la frente más callada,
las manos más lejos de la mañana.
acepto que mi mente
persigue más números que sonrisas,
más cadenas que alas,
más planes y menos andanzas,
que no me detengo ante el tiempo
para oír sin apuros a la esperanza.
acepto que mi sangre
anda espesa por mis arterias,
que mi corazón escondido
va cerrando sus ventanas,
que mis ojos están cansados
cuando aún no termina el día,
que estoy entre tres paredes,
la cuarta se ha marchado
sin darme la despedida.
tal vez ya no soy yo
quien indica el camino de mi vida,
parece que las circunstancias
fueran hilando mis días,
descuido miradas,
descuido alegrías,
descuido de mis amigos,
su voz
su palabra
su llegada
y me voy envolviendo más y más
como si el aire no me alcanzara.
un hombro me tocan,
volteo a mirar
y son tus ojos que me buscan,
una mano me cogen,
volteo a mirar
y eres tú,
con tu dedo en la boca que me llama,
la espalda me rozan,
volteo a mirar
y es el viento que me aguarda.
julio de 1989